
Me llamo Francisco
Hernández, aunque si te interesas por mi en Madrid es mejor que preguntes por
Paquillo el del Pan, así me localizaras, eso sí, poco va a importar por que como ves en esta imagen
están a punto de fusilarme. Me da un poco de pudor que el pintor, que apenas
vi, ya que lo único que iluminaba la noche eran las velas que este llevaba en su media
chistera mientras pintaba e, intermitentemente los fogonazos de los cañones, que tampoco es que ayudaran a la causa, ya que nos cegaban unos segundos, total... para lo que
teníamos que ver... Pues como decía me da un poco de pudor que el pintor eligiese mi fusilamiento para centrar la imagen, pero oye, yo no se lo pedí.
¿Sabes? hoy cumplo 26 años. Lo he pensado durante toda la noche, no hay mejor manera de terminar un cuarto de siglo de tu vida que cambiando la perspectiva de la misma, no
reinventandose, que es de mediocres, si no siendo conscientes de las etapas de tu biografía, ver los capítulos de tu
historia y si bien no sabes que te deparará este, al menos si que ves el
numerito (romano, como debe de ser) de comienzo encima de la página. "
Capítulo XV" dice este. Eso es lo que pensaba esta noche corriendo por las esquinas del
Palacio de Oriente donde al fin me sorprendieron. Ahora lo se, tuve que seguir corriendo, lo debería de haber intentado por que de lógica el final de la noche sería así una vez retenido y que más da ser acribillado corriendo o un par de horas después.
Por cierto, el pintor, no sé por qué,
quizás por darle luminosidad a la noche, que ya digo era tremendamente oscura, me ha cambiado la camisa. La
mía era negra.
La tropa llegó directamente a Madrid desde
París hace unos días, y ahora sí
permitidme un alarde de egocentrismo, por que al menos uno de ellos ha venido con la clara intención de matarme personalmente a mí,
quizás por encargo. Es el de la mochila negra. Se ha mantenido al margen mientras mataban a mis compañeros y cuando me ha tocado a mi el muy cabrón se ha puesto enfrente mía y apuntaba directamente al corazón. Por eso alzo los brazos. Para facilitarle la
operación. Es más, al hacerlo el a asentido con la cabeza, quiero pensar que
agradeciendo el gesto. No
penséis que lo hago por
heroísmo, o para dar ejemplo de mi actitud al siguiente grupo, ni
muchísimo menos... Lo hago retando el "
Capítulo XV". Por que yo no moriré hoy, simplemente me iré de aquí, sin metáforas, vivo.
¿Sabes lo que sí temo? Me da pánico que con el tiempo, con la distancia,TÚ releas del
Capítulo X al
XIV de mi vida y pienses: "...pues no
fue para tanto, realmente no entiendo que le vi a
Paquillo el del Pan... comparado con las milicias de mi alma el no
fue más que un revoltoso..."
Hoy, 2 de Mayo, ya 3, me fusilan en Madrid.